La isla de La Palma, conocida como la “Isla Bonita”, alberga una flora exuberante y diversa que la convierte en un auténtico paraíso natural. Con una combinación única de climas, altitudes y microclimas, La Palma ofrece una gran variedad de ecosistemas y paisajes vegetales. Desde los densos bosques de laurisilva en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, hasta los pinares y cardonales en las zonas más altas, pasando por las costas salpicadas de palmeras y vegetación adaptada al medio marino, la flora de La Palma cautiva a los visitantes con su belleza y singularidad. Además, la isla es hogar de especies endémicas y protegidas, que contribuyen a su valor ecológico y conservación.