En Las Tricias, uno de los rincones más auténticos del norte de La Palma, se encuentra el Museo del Gofio (MIGO). Un antiguo molino restaurado que te conecta con la historia de este alimento esencial en la cultura canaria.

Información útil
Dato | Información |
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Dirección | Molino de Las Tricias, Garafía, La Palma |
Horario | Lunes a viernes: 10:00–16:00 Sábados: 09:00–17:00 Domingos: 10:00–16:00 |
Ideal para | Amantes de la cultura, familias, senderistas |
Cómo llegar | En coche: siguiendo la carretera LP114 hacia Las Tricias y luego Calle El Polvillo. A pie: caminando por Buracas |
Precio entrada | Entrada libre |
Extra | Mirador Astronómico del Museo del Gofio |
Un museo con alma: el molino que volvió a la vida
El Museo del Gofio de Las Tricias está ubicado en un molino centenario que funcionó hasta 1954. Este lugar, que fue durante décadas punto de encuentro para los vecinos del municipio, conserva su estructura y maquinaria original. En el año 2000 fue adquirido y restaurado por el Ayuntamiento de Garafía, y en 2016 abrió sus puertas como museo.
Hoy, los visitantes pueden recorrer sus salas para conocer de primera mano cómo se elaboraba el gofio de forma tradicional. A través de paneles, objetos, vídeos y una demostración en vivo del proceso de molienda, esta visita se convierte en una experiencia educativa, dinámica y muy cercana.
Un alimento con historia que une generaciones
El gofio es más que una harina: es parte del alma canaria. Hecho con cereales tostados como millo o trigo, este alimento ya era consumido por los antiguos guanches, y durante siglos ha sido una fuente esencial de energía para el pueblo canario. Su sabor, su valor nutricional y su papel histórico lo han convertido en un verdadero símbolo de identidad.
Consejo Local
El Molino de Las Tricias es una parada ideal si haces la preciosa ruta a pie de Buracas, uno de los senderos más bonitos del noroeste de La Palma. Puedes visitar el museo del gofio durante el recorrido, hacer una pausa y disfrutar del entorno rural, las cuevas, los antiguos dragos y las vistas espectaculares al barranco y al mar. Es un plan perfecto para combinar cultura, paisaje y tranquilidad.

¿Quieres saber más sobre el gofio y cómo prepararlo en casa?
Molinos tradicionales: historia viva entre campos y barrancos
En La Palma, antes de que existieran supermercados o electricidad, los molinos eran el corazón de la vida rural. Allí no solo se molía el grano, también se compartían historias, noticias y largas esperas con aroma a cereal tostado.
Durante siglos, los campos de las medianías estaban sembrados de trigo, millo, cebada, centeno, mijo y legumbres. Para convertir esos granos en gofio, había molinos de viento y de agua repartidos por toda la isla. El municipio de Garafía fue el que más molinos tuvo, aunque también había en Puntallana, Puntagorda, Tijarafe, Mazo, Breña Alta y Barlovento.
El Molino de Las Tricias, hoy convertido en museo, empezó a funcionar en 1908. Unos años después, en 1915, fue trasladado a su ubicación actual porque aquí el viento soplaba mejor. Lo construyó Antonio Acosta Rodríguez, siguiendo el sistema creado por Isidoro Ortega Sánchez, quien revolucionó los molinos en Canarias con una idea brillante: cambiarlas velas de tela por palas de madera y usar tea, la resistente madera del pino canario.
Alrededor del molino, se cultivaban lentejas y cereales, y en lo alto de la colina todavía se conserva una era, donde las vacas ayudaban a trillar el grano. Desde todos los rincones de Garafía, los vecinos venían con sus sacos de grano cargados en mulas o a caballo, esperando su turno para moler.
Hoy, este lugar no solo guarda esa memoria: también forma parte de un espacio mayor, con el Mirador Astronómico de Buracas justo al lado. Un rincón donde se unen la historia, el paisaje… y las estrellas.