Buracas

Sumérgete en la tranquilidad y el encanto de Buracas, un rincón escondido en el noroeste de La Palma, donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza florece entre barrancos y almendros. Caminar por este sendero es viajar a la esencia más auténtica de la isla: dragos milenarios, casas tradicionales, petroglifos prehispánicos y un paisaje rural que respira historia y paz.

Datos técnicos del Camino de Buracas

Por qué merece la pena recorrer Buracas

El Camino de Buracas es un pequeño tesoro para quienes buscan conocer la cara más auténtica y rural de La Palma. Aquí descubrirás un paisaje lleno de historia y tradición, con vistas a barrancos verdes, casas solariegas, molinos antiguos y los majestuosos dragos que han sido símbolo de la isla durante siglos. Además, podrás ver de cerca petroglifos prehispánicos.

Descripción detallada del recorrido

La ruta comienza en la Plaza de la Iglesia de Las Tricias, donde hay aparcamiento y una oficina de información turística abierta todos los días por la mañana y, en días laborables, también por la tarde. En esta misma oficina hay una pequeña exposición de arte local que merece una visita.

Desde la plaza, el sendero GR 130 desciende suavemente entre casitas de piedra, fincas de almendros y pajeros tradicionales. En pocos minutos se siente ya el silencio profundo del campo, acompañado por los cantos de los pájaros y la brisa entre los dragos.

A mitad de camino, merece la pena detenerse en el antiguo molino de gofio y visitar su pequeño museo, desde donde también se obtienen vistas espectaculares del barranco y el mar al fondo.

Siguiendo las indicaciones hacia Buracas, el sendero continúa bajando hasta el Barranco Izcagua, más húmedo y fresco. Aquí encontrarás las enigmáticas Cuevas de Buracas, donde aún pueden verse petroglifos tallados por los antiguos awaras y algunas cuevas adaptadas como viviendas por quienes eligieron una vida alternativa y ecológica en plena naturaleza.

El regreso se hace por el mismo camino, con opción de explorar pequeños puestos locales donde se venden semillas y plantas de dragos, hierbas aromáticas, libros y recuerdos artesanales.

La magia de Las Tricias

Este barrio de Garafía es, por sí solo, un refugio de paz y tradición. Las casas en estilo tradicional palmero, rodeadas de almendros que en invierno cubren el paisaje de flores blancas y rosadas, y el ritmo pausado de sus gentes hacen de Las Tricias un lugar para detenerse y respirar. Aquí la vida sigue al compás de la naturaleza, y cada rincón guarda la huella de generaciones que han sabido convivir con el entorno.

¿Qué son los dragos?

El Drago (Dracaena draco) es una especie única de la Macaronesia y Marruecos, considerada uno de los símbolos más antiguos y venerados de las Islas Canarias. Aunque parece un árbol, en realidad no tiene anillos de crecimiento y su savia, que se vuelve roja al contacto con el aire, es conocida como la sangre de drago. En Buracas se encuentra la mayor concentración de dragos de La Palma, algunos con formas y dimensiones impresionantes.

Consejos prácticos para disfrutar al máximo

• Equípate bien: ropa cómoda, calzado de senderismo, agua suficiente, gorra y protector solar.
• Sé respetuoso: no recolectes plantas ni hagas ruido innecesario, para mantener la serenidad del entorno.
• Elige bien la época: la ruta es agradable todo el año, pero en otoño-invierno es más fresca y la vegetación más exuberante.

Cómo llegar al sendero de Buracas

• En coche
  Conduce hasta la iglesia de Las Tricias, en la carretera principal, y aparca allí. El sendero comienza en la misma plaza.
• Con excursión organizada
  Si prefieres no preocuparte por nada, también puedes contratar una excursión guiada en grupo. Las agencias locales te recogen en tu alojamiento y te llevan hasta Las Tricias en minibús, con guía incluido.