La laurisilva es uno de los tesoros naturales más valiosos de La Palma. Este bosque antiguo, húmedo y siempre verde, cubre cerca del 25 % del territorio insular, convirtiendo a la isla en la más frondosa de Canarias. Es un auténtico vestigio del pasado, un ecosistema que existía ya hace millones de años, cuando la Tierra entera estaba cubierta por selvas templadas.
En La Palma, la laurisilva crece gracias a un clima único, donde la humedad de los vientos alisios y el fenómeno del mar de nubes mantienen viva la vegetación durante todo el año. Esa combinación de sol, bruma y agua convierte a la isla en la auténtica “Isla Verde” del archipiélago.

Ficha técnica
| Nombre común | Laurisilva o bosque de laureles |
|---|---|
| Tipo de vegetación | Bosque húmedo subtropical |
| Ubicación en La Palma | Norte y este de la isla (Puntallana, Los Tilos, Barlovento, Garafía) |
| Altitud media | 400 – 1.200 m |
| Temperatura media | 15 – 19 °C |
| Precipitaciones anuales | 500 – 1.100 mm |
| Principales especies | Laurel, tilo, viñátigo, barbusano, acebiño, helechos |
| Fauna destacada | Paloma turqué, paloma rabiche, lagarto tizón, perenquén |
| Protección | Espacios naturales y Reserva de la Biosfera |
Dónde encontrar la laurisilva en La Palma
La laurisilva se extiende por el norte y el este de la isla, formando una franja verde que va desde el Roque Niquiomo, en Mazo, hasta las medianías de Garafía.
Los lugares más conocidos para adentrarse en este bosque mágico son:
- El Cubo de la Galga (Puntallana): un sendero entre árboles cubiertos de musgo y silencio absoluto.
- Los Tilos y su cascada (San Andrés y Sauces): el corazón más húmedo y exuberante de la isla.
- Marcos y Cordero: una ruta entre túneles, manantiales y niebla, ideal para los amantes de la aventura verde.
También hay zonas menos transitadas donde la laurisilva se conserva casi intacta, ofreciendo una experiencia de paz total entre sombras y aromas naturales.

Un bosque antiguo lleno de vida
La laurisilva palmera está compuesta por más de 20 especies de árboles y plantas. Entre las más representativas destacan el laurel, tilo, viñátigo, barbusano y acebiño, acompañados de helechos gigantes, musgos y líquenes que cubren cada tronco.
Este ecosistema prospera en lugares donde la temperatura media oscila entre 15 y 19 °C y la humedad es constante. La lluvia horizontal, esa fina condensación que se deposita sobre las hojas, mantiene la vegetación viva incluso cuando no llueve.
El resultado es un bosque que respira, donde cada gota de agua vuelve a la tierra para alimentar la vida.
Fauna del bosque de laurisilva
La laurisilva es hogar y refugio de muchas especies únicas de Canarias:
- Aves: la paloma turqué y la paloma rabiche, emblemas del bosque, junto con el canario silvestre, la graja o el mosquitero canario.
- Reptiles y mamíferos: el lagarto tizón palmero, el perenquén, y murciélagos como el orejudo canario y el murciélago de Madeira.
- Invertebrados: lombrices, caracoles, escarabajos, arañas y moluscos forman una red invisible que sostiene la fertilidad del bosque.
Cada rincón de la laurisilva late con vida, haciendo de este ecosistema uno de los más biodiversos y antiguos de Europa.

Un viaje sensorial y silencioso
Caminar por la laurisilva de La Palma es una experiencia única. El aire fresco, la luz filtrada y el aroma de la tierra húmeda crean una atmósfera de calma profunda. Aquí, el tiempo parece detenerse y cada paso invita a escuchar el murmullo del bosque.
Más que un paisaje, la laurisilva es una memoria viva del pasado, un testimonio de la fuerza natural que ha dado forma a la isla durante milenios.





