Nacida en 1971 tras la erupción del volcán Teneguía, Playa de Echentive es un refugio salvaje de arena oscura y piscinas naturales. Un rincón mágico para conectar con la fuerza de la naturaleza y disfrutar de atardeceres inolvidables.

Características Principales
Detalle | Información |
---|---|
Longitud | Aproximadamente 230–280 m |
Tipo de arena | Negra volcánica con grava y callaos |
Piscinas naturales | Varias charcas |
Acceso | Accesible en coche o con senderos desde aparcamiento; bus línea 23 |
Servicios | Sin socorristas. No hay Baños ni duchas. |
Entorno | Rodeada de lava del Teneguía, con flora endémica y atardeceres espectaculares |
¿Qué ver y hacer?
- Relajarse en las charcas volcánicas como El Aljibe: perfectas para un baño resguardado.
- Explorar la famosa “Fuente Santa”, un manantial enterrado en 1677, aún emite agua a 60 °C.
- Senderismo hacia el faro y salinas de Fuencaliente: ruta panorámica entre lava y costa con vistas apabullantes.
- Fotografía y atardeceres: contrastes de negro, azul y verde de las charcas al atardecer crean un ambiente de otro mundo.

Consejos útiles
- Calzado adecuado: imprescindible llevar escarpines o calzado de agua.
- Llegar temprano: el parking es pequeño y la afluencia aumenta fines de semana.
- Precaución con las corrientes: las piscinas son seguras, pero el mar puede estar bravo. Evita nadar sin experiencia.
- Sin servicios: no hay baños ni socorrista. Lleva agua y comida.
- No hay sobra natural. Lleva una sombrilla
- Al rededor de las piscinas naturales hay rocas puntiagudas. El sitio es ideal solo para bañarse y luego relajarse cómodamente en la playa.
- No es un sitio apto para niños pequeños
- Respeto al entorno: no dejes basura, no muevas rocas ni molestes fauna local
La antigua Fuente Santa: el secreto termal de La Palma
Bajo las arenas negras y las formaciones volcánicas de la Playa de Echentive se esconde uno de los mayores tesoros naturales y espirituales de La Palma: la Fuente Santa, un antiguo manantial termal que durante siglos fue sinónimo de salud, esperanza y curación.
Los aborígenes benahoaritas ya conocían las propiedades de estas aguas calientes, que más tarde atrajeron a viajeros de toda Europa. Personas enfermas de la piel o con dolencias reumáticas venían desde lugares lejanos para intentar sanar en sus aguas ricas en minerales. La fuente se volvió tan importante que dio nombre al municipio: Fuencaliente, “la fuente caliente”.
Pero en noviembre de 1677, el volcán San Antonio entró en erupción. La lava arrasó el lugar, sepultando la fuente bajo tierra y desplazando la línea de costa más de 400 metros hacia el mar. Desde entonces, el balneario natural quedó perdido, envuelto en leyendas.
Más de tres siglos después, en 2005, tras un minucioso trabajo de investigación y sondeo, la Fuente Santa fue redescubierta. Se detectaron aguas termales con temperaturas de hasta 60 °C bajo la nueva fajana volcánica que se formó en la zona.
Hoy, este manantial oculto sigue latiendo bajo el suelo de Echentive, como un símbolo de resiliencia y vida. El Gobierno de Canarias tiene en marcha un proyecto para canalizar sus aguas y crear un futuro balneario, devolviendo a La Palma su histórica fuente de salud.